lunes, 16 de diciembre de 2013

Tipo de personalidad cuatro

Tipo de Personalidad Cuatro

Hoy le dedicaremos este post al Tipo de Personalidad Cuatro

"(Son) Personas que viven principalmente en su imaginación y sentimientos. Pueden ser artísticas, vinculadas e inspiradoras o quejumbrosas, elitistas y negativas.

     Al igual que los Uno, los Cuatro comparan la realidad con aquello que podría ser. Pero, mientras los Uno tienden a buscar su imperfección e intentan corregir lo que está equivocado, los Cuatro a menudo se tuercen fuera de la realidad y viven en sus imaginaciones, sentimientos y humores.

     Junto a los Dos y los Tres, los Cuatro gravitan entre la vanidad y la confusión de imagen pero, paradójicamente, pueden expresarlo. Los Cuatro en mayor medida se identifican con una imagen de ser defectuosos, sobre todo si esto les confiere una calidad de originalidad o especial singularidad. Un Cuatro fuerza, por ejemplo, lamenta su incapacidad para tener éxito en el mundo cotidiano, pero esta queja podría llevar una calidad sutil de presunción. Los Cuatro podrían tener una auto-imagen que es románticamente trágica pero al mismo tiempo elitista.

     Los Cuatro sanos tienden a ser idealistas, tener buen gusto y son grandes apreciadores de la belleza. Filtran la realidad a través de una subjetividad rica, sutil y son muy buenos con el pensamiento metafórico, la capacidad de generar conexiones entre hechos y acontecimientos no relacionados. La tendencia Cuatro de ver las cosas simbólicamente se refuerza por su intensidad emocional. Esto crea materia prima artística que pugna por tomar forma. La auto-expresión y la búsqueda del conocimiento de sí mismo son las prioridades más elevadas para las personas con este estilo.

     Los Cuatro practican naturalmente la sinestesia, una mezcla crónica de sensaciones que los conducen a intensas reacciones multiniveles. Un Cuatro ingresando a una nueva situación podría ver algo que dispara una imagen mental que, a su vez, evoca un sentimiento que le recuerda entonces una canción; que activa más imágenes que despiertan más olores, sabores, sentimientos y así sucesivamente. Los humores y sentimientos del Cuatro pueden correr juntos como una acuarela bajo la lluvia, produciendo una calidoscópica mezcla de impresiones en reacción a los eventos inclusive más insignificantes.

     Los Cuatro valoran la estética de la belleza lo mismo que se armonizan con la naturaleza trágica de la existencia. Cuando sanos, las personas con este estilo trabajan para transmutar el dolor de la vida en algo significativo, a través del trabajo creativo en todas sus expresiones. Los Cuatro son diestros en articular la experiencia subjetiva y pueden ser finos maestros o psicoterapeutas. También pueden ser amigos empáticos de los malos tiempos, capaces de entender los dilemas de otros y, sobre todo, dispuestos a escuchar al dolor de un amigo.

     Debido a la fuerza de sus imaginaciones emocionales, las personas con este estilo a menudo son descritas como artísticas. Muchos de los más grandes artistas del mundo han sido Cuatro y, casi todas las personas con este estilo necesitan encontrar salidas creativas. Los Cuatro trabajan en todo tipo de actividades, pero, siempre que pueden, intentan hacer su trabajo creativamente interesante. La riqueza sensitiva del Cuatro es como la materia prima de la creatividad. Los Cuatro sanos encuentran salidas creativas que les permiten expresar su intensa vida interna.

     Cuando los Cuatros son menos sanos, comienzan a enfocarse en lo que no está disponible o que falta en sus vidas. Pueden volverse negativos y críticos, encontrándose incompletos con lo que tienen, viendo en lo presente principalmente la miseria. Se vuelven introvertidos y usan su imaginación para idealizar otros tiempos y lugares. Puede vivir en el pasado, el futuro —o cualquier lugar que parezca más atractivo que aquí y ahora. Los Cuatro tienden a envidiar cualquier cosa que no tienen, encarnando el dicho "el pasto siempre es más verde del otro lado".

     La necesidad por ser vistos como alguien especial y único puede también volverse más neuróticamente pronunciada. Los Cuatro pueden parecer muy en contacto con sus sentimientos, pero, cuando enfermos, traducen su sentir auténtico en el melodrama. Pueden estar llenos de lamento y nostalgia, exigiendo reconocimiento a la vez que rechazan todo lo bueno que reciben de sus amistades. Podrían también crecer competitivos y rencorosos, incapaces para disfrutar sus propios éxitos sin desligarse de los logros ajenos.
Los Cuatro enfermos pueden estar malhumorados o extremadamente sensibles actuando al margen de las reglas cotidianas. Sostenidos por su sentido de originalidad defectuosa, podrían permitirse actuar incorrectamente, ser egoístas o irresponsables. Pueden negarse a tratar con lo mundano y lo ordinario, inconscientemente razonando que de cualquier forma no son de este mundo. Los Cuatro en esta fase se inclinan a sentirse culpables, avergonzados, melancólicos, celosos e indignos".

     En el próximo post evaluaremos el Tipo de Personalidad Cinco.


Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
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sábado, 7 de diciembre de 2013

Nuevo correo

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Desde hoy, agradeceré enviar su consulta a la siguiente dirección de correo electrónico:


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domingo, 24 de noviembre de 2013

Tipo de personalidad tres

Tipo de personalidad tres

En esta ocasión evaluaremos los rasgos de las personas que poseen el tipo de personalidad tres.

     Personas que se miden por el logro externo y los papeles que desempeñan. Pueden ser veraces, realizados y sinceros o convenencieros (*), competitivos y falsos.

     Los Tres se identifican menos con los papeles de utilidad interpersonal y más con las imágenes del éxito y la productividad. Suelen esperar ser amados más que por lo que son, por lo que hacen. Están emocionalmente confundidos por una realización aparente que se opone a una auténtica realización de sus sí mismos internos de poca perfección. Los Tres menos sanos tienden a desconectar sus sentimientos más profundos en favor de las apariencias externas. Niegan sus imperfecciones y presentan una imagen pública que el mundo encontrará favorable. Esta imagen justamente es el reverso de quién los Tres en secreto temen podrían ser.

     Los Tres en su mejor aspecto están genuinamente dotados y practican un credo de excelencia y profesionalismo. Son excepcionalmente hábiles para establecer y cumplir metas y por regla general dominan muchas destrezas en el mundo. Aprenden rápido, forman buenos lideres y normalmente les va bien en ocupaciones socialmente establecidas como de alto perfil, donde el desempeño se mide por resultados. La mayoría son organizados, flexibles y laboriosos. Cuando sanos, por lo general conforman excelentes modelos a imitar y maestros talentosos de cualesquier habilidad que dominan. También pueden mostrar una capacidad a veces asombrosa para la toma de acción efectiva y eficiente. Son especialmente buenos en multi-tareas, haciendo muchas cosas a la vez.

     Los Tres saludable pueden ser enérgicos y alegres, con un ojo positivo al futuro; seguros de sí mismos y abiertos a los desafíos. Sus acciones a menudo son gobernadas por un sentido del honor y valoran la familia y la amistad además del trabajo. Los Tres a veces llegan a estas prioridades después de una lucha con la conveniencia moral y una búsqueda consciente de los valores significativos.

     Cuando los Tres son menos sanos, su estrategia de ser exitosos y bien redondeados da paso a un deseo de parecer que lo son y así comienzan a cortar esquinas para sostener una imagen. Los Tres pueden caer rápidamente en las personificaciones y jugar un papel de sí mismos adoptando, como un camaleón, poses distintas para parecer sobresaliente en diferentes contextos. Comienzan a negar sus sentimientos personales y a identificarse cada vez más con una máscara. La mayoría de los Tres tienen un talón de Aquiles, un sentido de insuficiencia que compensan con el logro y la imitación.

     Las relaciones íntimas pueden sufrir cuando los Tres desvían sus sentimientos por medio de la imagen de quienes deberían ser. Pueden presentar un personaje a los amigos o compañeros, ocultando un profundo sentido de defecto y, en cambio, ofrecer una máscara que sea del agrado de otros. La conveniencia y la eficacia se convierten en lo más importante y un Tres enfermo puede empezar a disfrutar el sentimiento del no-sentimiento. Pueden concebirse como máquinas de alto rendimiento cuyo propósito es correr de tarea en tarea, asegurando los resultados antes de llegar a la nueva línea de meta. No es raro para los Tres hablar con metáforas deportivas y creer que la vida es sólo un juego: un juego que se juega para ganar.

     Para ganar, se espolean arduamente, convirtiéndose en una excesiva forma de ser hiperactivos y usando sus relaciones principalmente como trampolines para su beneficio profesional. Su, una vez sana flexibilidad, degenera en cálculo arrogante y estratagema amoral. Los Tres operan cómodamente en ocupaciones donde la apariencia y la persuasión son importantes --relaciones públicas, ventas, publicistas-- y a menudo se convierten ellos mismos en un artículo más a comercializar.

     Para el Tres muy enfermo ganar se convierte en lo único que existe. Y su máscara de Tres puede eclipsar por completo su alma. Pueden ser amorales, maquiavélicos, despiadados, mañosos y plagiarios. Empiezan a creerse sus propias mentiras y a entrampar a las personas sin conciencia alguna de ello. Su objetivo es mantener una ilusión de superioridad de la cual derivan un sentido vindicativo de triunfo. Quienquiera que en su vida haya sido deliberada y maliciosamente engañado ha sentido la picadura de esta actitud.


     En la próxima entrada, como parte del eneagrama, hablaremos sobre el tipo de personalidad cuatro.

(*) Que sólo atiende a sus conveniencias, sin otras miras ni preocupaciones.


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viernes, 18 de octubre de 2013

Tipo de personalidad dos

Tipo de personalidad Dos

Hoy analizaremos los rasgos de las personas que poseen el tipo de personalidad dos.

"Personas que ven el mundo de forma interpersonal y se definen a través del servicio a otros. Pueden ser generosos, amorosos y entregados o dependientes, orgullosos y hostiles.

     En la organización del Eneagrama, Dos, Tres y Cuatro conforman un trío emocional, en él comparten tendencias básicas y puntos de vista generales. La gente dentro de este trío de estilos puede experimentar una clase de confusión permanente sobre sus identidades, confundiendo quiénes son con los papeles o roles que desempeñan y las imágenes de lo que aparentan ser.

     En alguna medida, todos los estilos de personalidad hacen esto, pero son los Dos, los Tres y los Cuatro quienes están más propensos a confundir el parecer con el ser. Las personas de este trío tienden a rechazar cómo se sienten de verdad, en favor de cómo se supone deben sentirse según los roles que estén ejecutando. La gente con estos estilos es propensa a los conflictos en las relaciones y las materias del "corazón".

     De todo el Eneagrama, los Dos son el estilo más puramente interpersonal. Son muy inclinados a concebir la vida como una forma básica de dar-y-tomar entre las personas, relacionando a todos los seres humanos como miembros de una inmensa familia. Desde este punto de vista: dar amor se convierte en la cosa más importante que un Dos puede hacer.

     Las personas con este estilo tienen una capacidad bastante desarrollada para identificarse emocionalmente con las necesidades de otros. Tienen un hábito fuertemente inconsciente de volcarse hacia otras personas e intuitivamente adivinar lo que podrían estar sintiendo o necesitando. Los Dos sanos practican este hábito voluntariamente; se identifican de buena gana con alguien más antes de dar su propio punto de vista, "poniéndose en los zapatos del otro". Pueden encargarse de las necesidades ajenas y, al mismo tiempo continuar valorando su propia verdad emocional, y atendiendo con eficacia sus propias necesidades. La frase "se presta a otros pero se da a sí mismo" describe lo que los Dos hacen en estado sano.

     En su mejor momento, los Dos son capaces de verdaderamente amarse y entregarse y tienen habilidades ministeriales excepcionales. Las biografías de algunos santos retratan a los Dos dedicados a liberar del sufrimiento tanto material como espiritual. Haya tenido o no éxito, la intención clásica del cristianismo es fundamentalmente Dos.

     Cuando los Dos están en un nivel menos sano, siguen invirtiendo su atención sobre los demás, pero ahora se olvidan de regresar a su propia posición. Comienzan a reprimir sus propias necesidades y a concentrar sus energías en cuidar de otros, lo necesiten ellos o no. Ahora se sobre-identifican con los demás perdiendo a la par su sentido de sí mismos, y se entregan compulsivamente con la esperanza de ser reconocidos, apreciados y amados. Por medio de otras personas, los Dos intentan darse a ellos mismos, satisfacer necesidades que antes han rechazado en ellos mismos y ahora han re-localizado en otros. Los Dos en esta fase pueden comenzar también a temer ser abandonados y quedarse solos.

     Los Dos malsanos utilizan la adulación, manipulación y seducción para conseguir que los demás reaccionen y los definan; obtener una sensación de ser a través de la mirada ajena. La necesidad del Dos de dar es tan fuerte que se vuelve egoísta y lo que se da lleva impresa una etiqueta invisible del precio a pagar. A menudo es un alto precio a pagar como Dos, el compensarse por haber perdido su yo real, y comenzar a inflar y exagerar la importancia de lo que dan a otros. Esta exagerada auto-importancia se conoce de otra manera como orgullo, y cuando los Dos están muy enfermos, el orgullo se vuelve su rasgo más llamativo y característico.

     No es raro entonces, que los Dos forcejeen o se opongan en las relaciones, dado que es muy importante para ellos conocer sus verdaderos sentimientos y motivaciones para poder relacionarse honestamente con otros. Cuando los Dos están profundamente enfermos, generalmente se engañan por completo sobre sus motivaciones. Reemplazan sus sentimientos reales de desesperación egoísta y agresión con la imagen de un mártir altruista a quien se le deben grandes sumas por sus maravillosos esfuerzos. Lo que confunde y enloquece a los demás sobre los Dos enfermos es la manera cómo empaquetan lo que sienten como hostilidad y lo presentan como si fuese amor.

     El lado más alto de este estilo es de hecho muy elevado, mientras que la expresión más baja puede ser violentamente destructiva. La forma de acercarse furtivamente al objeto de su amor que va con el lado enfermo de este estilo es similar a la metáfora del vampiro que vive de la sangre de otros".

     Te informaremos en la próxima entrada del tipo de personalidad tres.


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miércoles, 25 de septiembre de 2013

La tríada del instinto

La tríada del instinto

Formada por los grupos 8, 9 y 10

Dificultad de relacionarse en una forma más o menos equilibrada consigo mismo, con el ambiente y especialmente con las demás personas.

     Características comunes. Procuran resistirse a la realidad, creando límites para el yo. Tienden a tener problemas de agresión y represión, de distinta forma, según el tipo.

     Crean una deformación de los instintos, que son la raíz de nuestra fuerza vital, en relación con el aquí y ahora, con el momento presente. Intentan usar su voluntad para influir en el mundo sin dejarse influir por él. O sea, se resisten, de diferentes maneras, a dejarse influenciar por la realidad (para no perder su identidad), tratan de crear un muro entre lo que consideran “el yo” y lo que consideran el “no yo”. Este límite, según cada tipo, puede ser más hacia fuera, más hacia adentro, y por último, hacia fuera y hacia adentro al mismo tiempo por igual.


Prototipos:
Tipo 8: El líder (o el jefe)

"Yo mando, hago mi voluntad, los demás deben obedecerme". El límite del ego está principalmente dirigido hacia fuera, contra el entorno, y el centro de atención es también externo. La consecuencia es la expansión y desbordamiento de su vitalidad en el mundo que lo rodea. Su actitud frente a la vida es “nada ni nadie me va a dominar”.

     En realidad, ponen este límite para que nadie se acerque y puedan hacerles daño (ya que en el fondo se saben vulnerables). por eso atacan antes de ser atacados. Cuanto más herido se sintió el 8 en su infancia, más amplio será el límite de su ego y más difícil resultará a los demás llegar a él, y más deseo de poder sobre los demás tendrá.

     La gran trampa: enamorarse del poder y creerse omnipotentes.
     
     Pecado o pasión:
     La lujuria: no alude sólo al deseo sexual exagerado. Los 8 son lujuriosos en el sentido de que los impulsa una necesidad constante de vehemencia, dominio y expansión. Intentan acometerlo todo en la vida, para imponerse con voluntariedad. Orígenes infantiles: ambivalencia hacia la madre o figura materna.


Tipo 9: El pacificador

"Nadie alterará mi paz". Trata de mantener límites en ambas zonas, interna y externa. En lo interno, no quiere que ciertos sentimientos o emociones, alteren su equilibrio. Levantan un muro contra aspectos de sí mismos, reprimiendo potentes impulsos instintivos (igual que el uno) y emociones. Al mismo tiempo, mantienen un fuerte límite contra el mundo exterior para no ser heridos (igual que el ocho). Suelen entregarse a comportamientos pasivo-agresivos y hacen la “vista gorda” a cualquier cosa que pueda alterar su paz.

     La gran trampa: Gastan tanta energía por sostener estos limites, que no les queda mucha para vivir e intervenir más plenamente en el mundo.

     Pecado o pasión:
     La pereza: no significa, en este caso, holgazanería, ya que los 9 pueden ser activos y hábiles. Alude más bien al deseo de no dejarse afectar por la vida, ni por las pulsiones internas, ni los acontecimientos externos. pero tienen dificultad para vivir la vida en plenitud. Orígenes infantiles: Identificación positiva con ambos padres o sustitutos.


Tipo 10: El reformador

"Soy y debo ser perfecto". Hacen un límite externo, pero están más interesado a mantener el límite interno. Gastan mucha energía tratando de impedir que afloren a la conciencia los impulsos instintivos inconscientes. Generan mucha tensión física para sus límites interiores y mantener a raya aspectos de su naturaleza interior (gran auto-represión) también, censuran y critican a los demás, cuando sus acciones, sentimientos o pensamientos, no concuerdan con su escala de valores. Extremistas, meticulosos, escrupulosos, todos los que sean diferentes a ellos, están errados.

     La gran trampa: El auto-reprimirse y ser tan auto-exigentes, les impide disfrutar plenamente de la vida (todo es censurado, excepto lo que ellos arbitrariamente consideran bueno) y el censurar a los demás, puede tornarlos fastidiosos.

     Pecado o pasión:
    La ira: que podría definirse mejor como resentimiento. No obstante, la ira o rabia no es el verdadero problema, sino que en los 10 se encuentra reprimida, lo cual lo lleva a una constante frustración, a estar insatisfechos consigo mismo y con el mundo. Orígenes infantiles: Identificación negativa con el padre o sustituto paterno.

En una próxima entrada nos informaremos sobre el tipo de personalidad dos.


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viernes, 12 de julio de 2013

La tríada del pensar

La tríada del pensar

Formada por los tipos 5, 6 y 7.

Se relacionan con su capacidad o incapacidad en el hacer, en el elaborar y tomar decisiones por su propia cuenta.

     Características comunes. Tienden a la ansiedad (experimentan falta de apoyo y orientación - inseguridad). Se entregan a comportamientos que ellos creen que van a mejorar su seguridad.

     Les preocupa el futuro: "¿Qué me va a ocurrir?" "¿Cómo voy a sobrevivir?" "¿Cómo prepararme para evitar que me ocurran cosas malas?" "¿Cómo avanzar en la vida?" Se han desconectado de los aspectos de su verdadera naturaleza, que en algunas tradiciones espirituales llaman “La mente callada” (en los de este tipo, su mente es un torbellino de pensamientos, ansiedad, dudas, indecisión y temores) que es la fuente de orientación interior que nos da la capacidad de percibir la realidad tal como es, con serenidad, y que nos permite ser receptivos a un conocimiento interior capaz de orientar nuestra acción de acuerdo a las circunstancias presentes (el aquí y ahora)... No logran "aquietar" sus mentes (mente parlanchina - disco rayado - anticipación generalmente negativa y pesimista a los hechos).

     Sentimiento común: El miedo, inseguridad, falta de confianza en sí mismo, falta de orientación interior.


Prototipos:
Tipo 5: El pensador

"Me retiro, me aíslo". Se retiran de la vida, se aíslan, reducen sus necesidades personales, se creen demasiado frágiles para sobrevivir en un mundo hostil, su único lugar seguro - su refugio - es su mente... por lo tanto, acumulan allí todo lo que creen que les ayudará a sobrevivir hasta estar preparados para afrontar al mundo. Se retiran hasta lograr saber o dominar alguna habilidad o conocimiento que les permita sentirse lo suficientemente seguros como para salir de su escondite.

     La gran trampa: La soledad.

     Pecado o pasión:
     La avaricia: Creen que carecen de recursos interiores y que una relación demasiado intensa con los demás los conducirá a un agotamiento catastrófico. Los lleva a abstenerse del contacto con el mundo, se aferran a sus recursos y reducen al mínimo sus necesidades. No pido para no tener que dar. (No confundir con egoísmo) Lo hacen para proteger lo que consideran "sus pocos recursos". Orígenes infantiles: Ambivalencia frente a ambos padres.


Tipo 6: El lealista

Duda, inseguridad, "reconozco la autoridad". Por dentro se sienten angustiados, con inseguridad de poder enfrentar la vida y solucionar sus problemas; buscan a alguien semejante a una figura paterna, una persona que consideren fuerte, digna de confianza y con autoridad, así, buscan ayuda y orientación en los demás, piden consejos, protección. Buscan apoyo para independizarse pero, paradójicamente, tienden a formar dependencia de la persona, entidad o sistema que eligieron para lograr la independencia.

     La gran trampa: Someterse a las estructuras y a la autoridad. Nunca ser independiente.

     Pecado o pasión:
     Cobardía: podría definirse más correctamente como gran ansiedad, porque la ansiedad nos lleva a temer las cosas que no están ocurriendo y que sólo están anticipadas en nuestra mente. Viven en un estado permanente de aprensión y se preocupan por posibles acontecimientos futuros negativos. Orígenes infantiles: Identificación positiva con el padre o figura paterna (casi idealizada).


Tipo 7: El generalista

"Disfruto, disfruto, pero no soy feliz". Se lanzan a la actividad externa con arrojo, casi con desenfreno, en busca del placer y la satisfacción, son aventureros, parecen muy osados y valientes, nada los para, tratando de ver sólo el lado positivo de la vida, pero, finalmente, temen cometer errores y quedar atrapados en el dolor emocional (que siempre niegan) y se repliegan. En realidad, intentan mantener ocupada sus mentes, en la actividad (de cualquier tipo) para que no afloren sus ansiedades y dolores profundos inconscientes. Porque a pesar de las apariencias, tienen mucho miedo a enfrentar la vida y a lo que les pudiera pasar.

     La gran trampa: Quedarse atrapado en el hacer, generalmente muchas cosas al mismo tiempo, que no terminan, y empiezan otras que tampoco los satisfacen por mucho tiempo, y así siguen su eterna e insaciable búsqueda del placer y la felicidad, que nunca encuentran. Inconstancia, insatisfacción. Hacen muchas cosas, pero no se especializan en nada.

     Pecado o pasión:
     La gula: Alude al insaciable deseo de "llenarse" de experiencias. Intentan superar la sensación de vacío interior realizando muchas ideas y actividades positivas y estimulantes (negando todo lo negativo), pero nunca sienten que tienen suficiente (insaciables). Orígenes infantiles: Orientación negativa a su madre o sustituto materno.


En una próxima entrada nos informaremos sobre la tríada del instinto.


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lunes, 17 de junio de 2013

La tríada del sentir

La tríada del sentir

Formada por los tipos 2, 3 y 4.

Relacionada con la posibilidad de expresar o no expresar sus emociones genuinas, es decir, sus sentimientos.

Tienen en común: la pérdida del sentido de identidad, creando una falsa imagen de si mismos.

Características comunes. Aunque por distintos motivos y caminos están fundamentalmente interesados en el desarrollo de su imagen: Apego al falso o supuesto yo de su personalidad (lo que creen que los demás ven en ellos) (el “afuera”) creen que lo que “aparentan ser” y sus “supuestas cualidades”, son su verdadera personalidad. Compensan su falta de conexión más profunda con las cualidades del corazón (sentir), formando una “falsa identidad” e identificándose con ella.

     Mensaje inconsciente: “Soy lo que aparento ser, lo que los demás ven de mi”, y autenticamente están convencidos de ello... creen ser “su imagen”, es decir… reemplazan lo que son por una imagen… como si dijeran a los demás: "Esta imagen soy yo”… "Te gusta,… ¿verdad?”) … Existe un “auto-engaño”, es posible que los demás los aprueben (es decir, aprueben esa imagen, pero mientras no se identifiquen con ellos mismos, siempre quedará algo más profundo sin validación. Entonces “presentan” esa imagen a los demás (y a sí mismos) con la esperanza de atraer amor, atención, aprobación y sensación de valía.


Prototipos:
Tipo 2: el ayudador: (auto-engaño y deformación del sentir)

Dar, siempre dar y complacer a los demás para caerles bien, para ser amados, necesitados, a veces, incluso, sin que el otro lo pida. Da para sentirse bien él mismo y para que los demás se sientan en deuda con él, para que lo necesiten, para sentirse importante e imprescindible en la vida del otro, se siente ofendido si el otro no reconoce todo lo que le da y se preocupa por él.

     La gran trampa: Por tanto dar y vivir la vida del otro, se olvida de la propia y de atender sus propias necesidades.

     Pecado o pasión:
     La soberbia: Incapacidad de reconocer sus propias necesidades y sufrimientos, por lo tanto, como en un espejo, ven las necesidades y sufrimientos de los demás (que reflejan los suyos, que no desea reconocer) y quiere ayudarlo (y se impone aunque el otro no lo pida ni lo desee) en realidad, es un intento distorsionado, inconsciente e infructuoso, de ayudarse a sí mismo. También podría calificarse como “vanagloria”: Orgullo por la propia virtud. Se dice: Yo no necesito nada de nadie, tú eres el que sufre y me necesita. Yo soy el que te ayuda. Orígenes infantiles: Relación ambivalente con el padre o sustituto paterno.


Tipo 3: el motivador: (reprime y niega el sentir)

Hacer, siempre hacer, realizar cosas y sobresalir en algún aspecto (éxito - logros) para conseguir admiración y reconocimiento, a veces sin escrúpulos, lo importante es triunfar, sobresalir, “el fin justifica los medios”. ¿Sobresalir en qué? Depende lo que se considere como valor de éxito y realización en el ambiente cultural en el que se desarrolle,… en una sociedad de consumo: yo soy el que tiene lo mejor. En un convento: yo soy el que más reza y hago más caridad. En una sociedad capitalista: yo soy el que más hago dinero. En una sociedad espiritual: yo soy el que más y mejor medita.

     La gran trampa: Se identifica tanto con su imagen “de éxito”, que no sabe en realidad quién es. “Cree” ser la imagen que ha creado.

     Pecado o pasión:
     La falsedad: Entendida como la creencia que sólo somos el ego, por lo tanto nos esforzamos en hipertrofiarlo en lugar de desarrollar nuestra verdadera naturaleza. También podemos llamarlo vanidad, o sea, el intento de hacer que el ego se sienta valioso sin recurrir o contactar con nuestra fuente espiritual. Origen infantil: Identificación positiva con la madre o sustituto materno.


Tipo 4: el artista: (exagera el sentir)

Exagerar, exagerar, creando una compleja historia (generalmente dramática) sobre sí mismo y dando una tremenda y exagerada importancia a sus características personales, para sentirse especial, diferente, casi único. Todo es exageración en él. Y es que, en realidad, se siente diferente.

     La gran trampa: Se “congela” en su “imagen exagerada” de sí mismo y queda bloqueado. Siente: Yo soy alguien más especial… nadie me comprende,… nadie puede sufrir o sentir como sufro y siento yo,…nadie es capaz de amar como amo yo,… nací en la época equivocada, soy tan especial, que el mundo no está preparado para comprender a alguien como yo…

     Pecado o pasión:
     La envidia: Que es una sensación que les falta algo esencial. Los lleva a pensar que los demás tienen cualidades de las que ellos carecen. Anhelan lo que les falta y eso les impide ver los muchos bienes y cualidades que poseen. También puede asociarse con resentimiento. Orígenes infantiles: No se identificaron ni con su padre ni con su madre.

En próxima entrada desarrollaremos la tríada del pensar.


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sábado, 25 de mayo de 2013

Las tríadas

Las tríadas

En el nivel más simple de análisis, el eneagrama es una disposición de nueve tipos de personalidad en tres tríadas.

     Cada tríada está formada por tres tipos de personalidad que se relacionan entre sí por características comunes en relación a sus ventajas y desventajas.

     Aquí veremos en forma muy global y sintética la parte más negativa de cada tríada y de cada eneatipo, que es la que nos impide conectarnos con nuestra esencia.

     Nuestro tipo de personalidad ha sido consecuencia del tipo de relación que hemos experimentado con la figura materna y la figura paterna en los primeros años de nuestra vida.

     En próxima entrada desarrollaremos la tríada del sentir.


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Esencia y personalidad (Ego)

Esencia y personalidad (Ego)

La esencia es lo que realmente somos (y que hemos olvidado). La personalidad (o ego) es lo que aparentamos o creemos ser, la forma como nos mostramos frente a los demás, e incluso frente a nosotros mismos.

     Nacemos con todas las cualidades de los nueve eneatipos, la totalidad, las infinitas posibilidades, la semilla aún sin germinar, nuestra esencia (representada por el círculo).

     Depende donde haya sido sembrada esa semilla, nuestro ambiente familiar, las circunstancias que nos tocan vivir y fundamentalmente, la relación con nuestros padres o sustitutos (orígenes infantiles), y como mecanismo de auto-protección, adaptación  y supervivencia, nos polarizamos en un determinado tipo de personalidad o ego (eneatipo), olvidando nuestra esencia y creyendo equivocadamente que somos esa personalidad que, en realidad, no es otra cosa que  nuestra coraza de protección frente a la vida. Este proceso ocurre durante los siete primeros años de vida, aproximadamente.

     Pero nuestra esencia sigue allí, dentro nuestro, y el trabajo eneagrámico consiste, precisamente, en tomar nuevamente contacto con ella,  hacerla consciente y manifestarla. No es emprender un viaje hacia un lugar desconocido…Es simplemente…volver a casa... y conectarnos con nuestro ser interior.

    Continuaremos desarrollando esta temática en próximas entradas.


Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología,
Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal

Simón Bolívar 397, piso 11, Dpto. H
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sábado, 20 de abril de 2013

Eneatipos

Eneatipos

Si bien cada uno de nosotros podemos considerarnos como un cóctel eneagramático o amalgama en el cual poseemos rasgos de todo el espectro del eneagrama, también es cierto que en cada uno de nosotros hay una piedra angular, tendencia dominante o “piedra de toque” que determina nuestra cosmovisión o estrategia vital, es decir: para cada ser humano sobre el planeta existe un sólo eneatipo básico, aunque lo exprese de manera muy particular y característica, de acuerdo a su respectiva individualidad.

     Nuestro eneatipo deviene entonces tanto en nuestro "talón de Aquiles" como en nuestro demonio particular, y al mismo tiempo se convierte también en la arcilla a trabajar y en el escultor que la talla.

     Las personas con un mismo estilo de personalidad comparten unas estructuras básicas y unos supuestos centrales; estrategias y referencias subyacentes. Sin embargo, cada uno de ellos vivirá y expresará su estilo del eneagrama de forma única. Aunque aquellos del mismo tipo comparten una pérdida de la misma calidad esencial, cada individuo tiene su propia y única manifestación del tipo. Este sistema del eneagrama está diseñado para honrar esta individualidad y reconocer que cada ser humano es único e irrepetible.

     El eneagrama nos hace un llamado a evitar el uso de la información y conocimiento del mismo, con fines de control o de manipulación hacia los demás. No se trata de ganar poderío u obtener control sobre otros, sino de comprender nuevos puntos de vista, cómo difieren ellos de la forma en que vemos la vida, y las dificultades que ellos experimentan o evitan como resultado de ver el mundo en la forma como lo hacen, es decir: permitirle al otro que me muestre su "verdad", acceder a otras formas de comprender el mundo que me rodea, completarme y verdaderamente poder “ponerme en los zapatos del otro”; además de descubrir la parcialidad de mi mapa de la realidad.

     Su fundamental propósito, es conocerse a si mismo, reconocer nuestras virtudes y defectos, nuestras limitaciones y potencialidades, lo que nos resulta funcional o disfuncional de nuestra personalidad y "trabajar" sobre ello, saber cómo soy y reconocer que el otro es diferente a mi (sin pre-juicios, ni juicio de valores).

     Abundaré en más detalles sobre el eneagrama.


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sábado, 16 de marzo de 2013

Eneagrama, ¿qué es?


Eneagrama, ¿qué es?

Hoy nos sumergiremos en el conocimiento de esta particular forma de obtener datos de nosotros mismos para luego elaborar un diagnóstico de nuestra integridad como persona.

     El eneagrama es una herramienta muy poderosa que nos provee de una enorme cantidad de material descriptivo con el cual podemos trabajar sobre nosotros mismos. Nos suministra una guía para el descubrimiento y aceptación de nuestras mayores limitaciones, si existe primero un propósito de trascenderlas, y nos faculta la respetuosa comprensión de las de los demás. Al mismo tiempo nos orienta hacia los lugares donde se encuentran nuestras más grandes potencialidades y talentos que en gran medida continúan sin desarrollarse.

     En última instancia, el propósito fundamental de este sistema es el de lograr un conocimiento de sí que nos permita salirnos de la espiral del sufrimiento y auto-engaño en que nos encontramos parcial o totalmente sumergidos repitiendo el mismo guión una y otra vez y cosechando resultados muy similares.

     Este sistema de desarrollo humano contempla nueve tipos básicos de personalidad y sus distintas interrelaciones. Es muy útil para identificar y clarificar nuestro funcionamiento psicológico además de ser utilizado como un método de auto-observación y estudio dentro de un contexto psicoterapéutico, o de un trabajo de realización personal y espiritual.

     En ese sentido, es una herramienta psico-espiritual que si bien puede utilizarse solamente a nivel psicológico proporcionando un mayor nivel de funcionalidad, satisfacción personal y adaptación al medio, su alcance es mucho más profundo, sirviéndonos de guía hacia los niveles más profundos del Ser.

     "La diferencia entre que la personalidad funcione o mal-funcione es completamente una diferencia de grado. Los más altos potenciales de nuestro estilo del Eneagrama incluyen ideales, habilidades, sensibilidades, y fortalezas que valoramos profundamente y que nos sirven bien. Pero cuando nos excedemos con ellos, nuestras mejores cualidades se pervierten en nuestras peores, mutantes, bastardas y despreciables imitaciones de sí mismas." Tom Condon - In a Deep Trance

     Este mapa de la personalidad es una amalgama del conocimiento guardado y transmitido por varias tradiciones de sabiduría combinado con los avances de la psicología moderna. Nos permite sostener una investigación abierta e inteligente sobre nuestra propia experiencia, revelándonos cada vez aspectos más profundos de nuestro mundo interno.

     El eneagrama de la personalidad, basado en la auto-conciencia y auto-observación es uno de los métodos más claros y precisos que hay para entendernos a nosotros mismos y por ende para entender la forma cómo los demás se ven a sí mismos, y el punto desde el cual gira su estrategia vital. Nos apoya para relacionarnos desde la compasión y el entendimiento, permitiéndonos sostener lazos más fuertes y comprometidos y una mejor y más efectiva comunicación.

     Este mapa dinámico e interactivo muestra la forma básica que tenemos de percibir y organizar la realidad; la forma como vemos la vida. Utiliza nuestros patrones o hábitos de conducta limitantes como señalamientos hacia aspectos esenciales o nucleares dentro de nosotros que eventualmente nos permitirán acceder a niveles superiores de conciencia, equilibro y sanidad.

     Este modelo apunta a la motivación primaria o fuerza impulsora básica que subyace cualquier comportamiento. No es una colección de rasgos, sino que alumbra aquello que está en la raíz del propio estilo, a las estrategias internas que gobiernan y dirigen nuestros actos; nuestros miedos y deseos más profundos: la maquinaria del sótano, por así decirlo.

     "Potencialmente, en cada uno de nosotros están todos los elementos y las calidades del ser humano, las semillas de todas las virtudes y de todos los vicios. En cada uno de nosotros está el criminal potencial y el santo también potencial o el héroe. Es una cuestión de diferente desarrollo, de valoración, de elección, de control, y de expresión."  Roberto Assagioli - The Act of Hill


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miércoles, 13 de febrero de 2013

El dolor

El dolor

¿Enemigo o aliado del organismo?

El dolor es un síntoma y no la enfermedad en sí misma. Ya sea físico (corporal), como espiritual (conflicto emocional y psicológico).

     Investigar el dolor, y cómo aliviarlo, es un objetivo importante de la medicina, pero fundamentalmente lo es diagnosticar la causa y realizar un tratamiento integral. La verdadera misión del médico es aliviar el sufrimiento producido por la enfermedad, de una manera natural y holística, integral, estimulando las defensas del organismo y sin causar daños mayores agregados a consecuencia de la medicación.

     El dolor nos hace tomar conciencia que existe algún problema en nuestro organismo, impulsándonos a buscar ayuda profesional. El dolor nos enseña a cuidarnos, y cuidarnos es querernos.

     Si un niño coloca una mano sobre el fuego, se quema y le produce dolor; seguramente no volverá a hacerlo. Los adultos, frente a situaciones que nos producen sufrimiento, deberíamos tener la sana tendencia
de no repetirlas o tomar las precauciones necesarias para evitar lo que nos causa daño.

     Es más fácil identificar un dolor físico, localizado en alguna parte del cuerpo que el dolor psíquico, que abarca la integridad de nuestro ser, nuestra "unidad cuerpo-mente" a la que debemos aprender a escuchar,
identificar y reconocer. Sólo de esta forma el médico podrá cumplir su objetivo fundamental: prevenir, aliviar o curar al individuo enfermo.


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