sábado, 20 de abril de 2013

Eneatipos

Eneatipos

Si bien cada uno de nosotros podemos considerarnos como un cóctel eneagramático o amalgama en el cual poseemos rasgos de todo el espectro del eneagrama, también es cierto que en cada uno de nosotros hay una piedra angular, tendencia dominante o “piedra de toque” que determina nuestra cosmovisión o estrategia vital, es decir: para cada ser humano sobre el planeta existe un sólo eneatipo básico, aunque lo exprese de manera muy particular y característica, de acuerdo a su respectiva individualidad.

     Nuestro eneatipo deviene entonces tanto en nuestro "talón de Aquiles" como en nuestro demonio particular, y al mismo tiempo se convierte también en la arcilla a trabajar y en el escultor que la talla.

     Las personas con un mismo estilo de personalidad comparten unas estructuras básicas y unos supuestos centrales; estrategias y referencias subyacentes. Sin embargo, cada uno de ellos vivirá y expresará su estilo del eneagrama de forma única. Aunque aquellos del mismo tipo comparten una pérdida de la misma calidad esencial, cada individuo tiene su propia y única manifestación del tipo. Este sistema del eneagrama está diseñado para honrar esta individualidad y reconocer que cada ser humano es único e irrepetible.

     El eneagrama nos hace un llamado a evitar el uso de la información y conocimiento del mismo, con fines de control o de manipulación hacia los demás. No se trata de ganar poderío u obtener control sobre otros, sino de comprender nuevos puntos de vista, cómo difieren ellos de la forma en que vemos la vida, y las dificultades que ellos experimentan o evitan como resultado de ver el mundo en la forma como lo hacen, es decir: permitirle al otro que me muestre su "verdad", acceder a otras formas de comprender el mundo que me rodea, completarme y verdaderamente poder “ponerme en los zapatos del otro”; además de descubrir la parcialidad de mi mapa de la realidad.

     Su fundamental propósito, es conocerse a si mismo, reconocer nuestras virtudes y defectos, nuestras limitaciones y potencialidades, lo que nos resulta funcional o disfuncional de nuestra personalidad y "trabajar" sobre ello, saber cómo soy y reconocer que el otro es diferente a mi (sin pre-juicios, ni juicio de valores).

     Abundaré en más detalles sobre el eneagrama.


Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología,
Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal

Simón Bolívar 397, piso 11, Dpto. H
5000 Ciudad de Córdoba (R.A.)
Tel.  54 0351 4210847
Correo electrónico: z1t2x777@hotmail.com